Diario de a bordo_1
A las 4 de la mañana salimos de Tomelloso, con una ilusión tremenda porque vamos hacia una de las capitales políticas europeas: Estrasburgo.
Mucho de lo que se decide allí, repercute a cerca de 500 millones de habitantes que forman la Unión Europea.
Llegar a allí no es fácil, puesto que la frecuencia de vuelos (sobre todo de vuelta) no es la óptima hacia Madrid.
No hay mal que por bien no venga y así, hemos aterrizado en Zurich, para poner rumbo hacia la capital de la región de Alsacia. En algo más de dos horas hemos discurrido por tres países (Suiza, Alemania y Francia). Túneles, impresionantes pastos e imponentes montañas nevadas al fondo, han sido nuestros compañeros de trayecto.
Una vez instalados en Estrasburgo, nos hemos dedicado a repasar con Pilar la gran jornada de mañana.
Es una responsabilidad portar la voz de la juventud tomellosera y por ende la española en el Parlamento Europeo dentro de unas horas. Ojalá los nervios no nos traicionen y dejemos el pabellón bien alto. Por determinación e ilusión no va ser.
Mañana puede ser un gran día.