Un escalofrío ha recorrido hoy el Instituto Eladio Cabañero. La noticia ha ido ensombreciendo esta mañana de puente, de clases, de bullicio y de viernes. El adiós de Cabañas nos ha pillado de sopetón, nos ha borrado la sonrisa de un plumazo. Un golpe fuerte y directo al fondo de nuestros corazones.
Pero una vez que hemos buscado su recuerdo nos ha vuelto la sonrisa, camuflada con la mascarilla. Recordar a Ángel Luis es recordar su amor por la vida, su vehemente positividad, nos vienen a la memoria sus sabios consejos, todavía nos reímos con su humor socarrón, recordarle es sentir el abrazo de su cercanía. En el Eladio siempre ha sido una institución, hasta el nombre del Instituto le hace un guiño «El instituto de Cabañas» Siempre recordaremos sus aportaciones en los Claustros y en la sala de profesores, nunca dudaba en situarse al lado de los suyos, defendía a los de su profesión con mucha vehemencia, siempre, ante todo y ante todos. Nunca ha cambiado, sus ideas han permanecido y le sobrevivirán para siempre. Ángel Luis sería duro con las matemáticas, no lo pongo en duda, pero el más blando del mundo con el alumnado, nunca ha declinado ayudar y explicar a todo aquel que le necesitaba. Hoy se ha ido un gran docente, un gran compañero y una gran persona.
El IES Eladio Cabañero pierde hoy a una persona que afianzó las señas de identidad del Centro, un referente como profesor de matemáticas, como jefe de estudios y como director. Utilizando sus propias palabras, el IES Eladio Cabañero, el «mejor instituto del mundo», siempre lo tendrá en su memoria y lo echará mucho de menos.
Nos sumamos en estos duros momentos al dolor de la familia y de todos sus seres queridos.
En señal de luto, las banderas del centro permanecerán a media asta los próximos tres días. D.E.P.
